El silencio
No eres el compañero que elegí para llegar
al final del camino, pero te tolero y acepto. Ven, deme tu mano, tenemos que
recorrer el camino que aún nos falta para llegar.
La torre
Cuando ya no pudo sobrellevar su dolor,
edificó una torre de silencio y se encerró en ella. Tapió ventanas, puso
candados interiores y alfombró pisos para acallar sus pasos.
Entonces, ya nadie pudo ver su tormento,
escuchar sus gemidos ni contemplar su llanto. Ya no sufre —dijeron todos— y se
olvidaron de ella. Pero una noche estalló la torre. Los que acudieron a
observar el derrumbe pudieron ver, entre los escombros, un corazón que, con
mucho esfuerzo, daba sus últimos latidos.
Fragmentos
Cada mañana recojo los fragmentos de mis
sueños, intento recomponerlos para saber qué intentan decirme. Pero se han
vuelto huraños, herméticos, se diluyen con la mañana, como fantasmas de una
fortaleza, que huyen al llegar el día, sin entregar el mensaje que mi alma y mi
corazón gritan.
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